La construcción de infraestructura que perdure a largo plazo, no es prioridad para Enrique Peña Nieto y su gobierno.
Así lo demuestra el reciente recorte de presupuesto de la Secretaria de Finanzas al sector de la construcción, que al inicio del sexenio representaba el 23% del total; para el próximo año será únicamente del 16%.
2018 contrastará diametralmente con 2014, que fue el año en el que más se invirtió en la construcción de puentes, carreteras, puertos, presas, plantas generadoras de energía, escuelas, hospitales, pues ahora el gobierno destinará 250 millones de pesos menos, en comparación. Pasando de 845 mil 600 a 594 mil 650 millones de pesos.
Tal parece que ni los terremotos, ni huracanes que azotaron nuestro país en el fatídico mes patrio hace que el presidente quiera invertir en su reconstrucción; ¿tendrá esto alguna relación con los «ajustes presupuestales» para las elecciones 2018?